Los límites del Santuario se delimitan por una cadena montañosa, escarpada y árida que bordea todo el flanco norte, del extremo este al oeste del Santuario. Al sureste, la gran Muralla y Cabo Sunion. Y al suroeste la costa: dividida en tres playas y el puerto de Rodorio. 

Las Doce Casas (1, 2, 3, 4, y 5):

Esta es la parte más conocida, la que todos sabemos que existe y la que menos dudas alberga. Dispuestos a lo largo de una colina excavada en roca, encontramos los Doce Templos del Zodiaco: de Aries a Piscis. Todos ellos están conectados por una escalera milenaria que dificulta la llegada a la cima. 

Es ahí, en la cumbre, donde la Gran Estatua de Athena corona la montaña. A sus pies, se erige el Templo Papal y sus terrenos anexos. Estos terrenos incluyen el templo de viviendas, invitados y servicio; los jardines y el camino que conduce a la Fuente de Athena, envuelta en un remanso de paz.

De ella, de la base de la Fuente de Athena, nace el Torrente Sagrado de aguas termales. Recorre de modo subterráneo las Doce Casas, alimentando de agua las termas, piscinas y sótanos de los templos. Se bifurca en varios caminos y brota a la superficie a través de tres manantiales bajo la montaña. 

Estos tres riachuelos fluyen por distinto rumbo: uno se dirige al Pilar de los Santos Dorados (8), bajo cuyo estanque de cascadas vuelve a sumergirse bajo tierra. Otro, se dirige a Rodorio –salvando la aldea por debajo–, pasando por el molino y desembocando en el puerto. 

A su vez, la falda de la colina zodiacal alberga la entrada a los pasajes subterráneos (20), cerca de Aries; el cementerio de Santos (21), y la hermosa Meridia (6) visible desde todo el Santuario, y rodeada un frondoso bosque y un estanque donde desemboca el tercer riachuelo. 

Star Hill (7): 

En el punto más alejado del Santuario, entre bosques y la cadena montañosa de los lindes, se erige la impresionante e inaccesible Star Hill. En su falda, entre sus escarpadas paredes y las murallas exteriores, crece un frondoso bosque de olivos y pinos mediterráneos que ocultan el misterioso templo de las Ménades (9) y el claro donde Saga y Aioros suelen entrenar. 

Límites del Santuario: Muralla y Cabo Sunion (10):

El Santuario se delimita al sur-este por una muralla milenaria. Esta cuenta con la entrada principal a la que llegó Sigfried en esta historia. Aunque más cerca de la montaña y el templo de las Ménades se encuentra una salida mucho más discreta por donde Delta y Saga escaparon para emprender la búsqueda de Naia. 

Adentrándose en el mar, al sur, Cabo Sunion emerge de las aguas. A sus pies, hacia el interior del Santuario, se encuentra la legendaria prisión donde Kanon fue encerrado por Saga. 

Además, a su abrigo encontramos los calabozos comunes (12) donde Naia fue encerrada quince años atrás y los edificios de los guardias. 

Rodorio y los Campamentos: 

Si recorremos el camino que cruza los campos desde la entrada principal al interior del Santuario, a nuestra izquierda, y guarecido por los árboles, se encuentra el Campamento de Amazonas (11), con su pequeño anfiteatro y campos de entrenamiento.

Rodorio (13) emerge justo detrás, envuelto por su propia muralla. Con el ágora, la stoa, un puerto, mercado, templo, establos y campos de cultivo. Con salidas al este y al oeste. Es aquí donde encontramos el teatro, el cementerio civil, y el faro en el islote. 

A continuación, nos adentramos en los territorios de los santos y aprendices (15): el campamento, el coliseo (17), la armeria, el campo de tiro (18) y otros campos de entrenamiento. Además, entre estos últimos campos y al abrigo de la montaña zodiacal, la entrada al refugio subterráneo de civiles (21) se adentra en la roca. 

Prisión de Urano: 

A los pies de la gran Estatua de Athena, la tierra se rasga en un alto acantilado sobre el mar. Pero en su base y esculpido en la roca, encontramos la Prisión de Urano (16): los calabozos más seguros, donde Saga y Kanon fueron encerrados. 

¿Pero esto es todo? ¡Quién sabe!

El Santuario es un misterio y sus secretos nunca serán descubiertos en su totalidad…