¿Quién soy? 

Esta personita que se esconde tras La Dama de las Estrellas, nació al comienzo del verano de 1986, en Cantabria, una comunidad autónoma al norte de España llena de verde, montaña, mar y playa.

Un alma aventurera y deportista con debilidad por la lectura y el dibujo, que creció y convirtió ambas en su pasión y profesión: soy diseñadora gráfica.

Tengo un hermano mayor al que siempre he estado muy unida y siendo niña, me gustaba pasar horas y horas sentada a su lado observándole mientras jugaba a la SuperNintendo o veía dibujos animados en la televisión. Me recuerdo cantando a voz en grito en nuestro salón “Caaaaaaballeroooos del Zodiaaaaaaco… contraaa las fuerzas demoníacas…” y desde entonces, hasta hoy, nunca pude dejarlo.

Sin saberlo, Saint Seiya se convirtió en mi pasión y en mi mayor hobbie. 

Encontré el mundo del fanfiction en mi adolescencia, muy de casualidad, porque en aquel entonces necesitaba un modo de saciar mi imaginación, que creaba nuevos mundos sin parar. 

Confieso que el pasado es oscuro y terrible y tengo secretos que ocultar. Si, esta acérrima defensora del orgullo dorado, hubo un tiempo en que fue la mayor fan de Seiya y su amor frustrado con Saori. ¡Ah! ¡El mal juicio de la juventud!

Con el tiempo crecí… y en algún punto del 2002, se produjo un enorme cambio en mi vida. Chikyugi resonó por primera vez en mi cabeza, y Saga envuelto en un sapuri y la fabulosa voz de su seiyuu me capturó en sus redes para siempre. 

¡Adiós, Seiya! ¡Adiós, Caballeros de Bronce! ¡A mí, Orgullo Dorado por siempre!  

Ya nunca pude volver a leer de los chicos de bronce. Dejaron de resultarme divertidos e interesantes: se habían convertido de pronto en niños aburridos y cansinos. Pero aquellos tipos dorados, tan bonitos, tan magníficos en su tragedia… me cautivaron de tal forma que jamás pude dejarlos. 

Empecé a leer de modo incansable sobre ellos, conociendo más a los personajes —manga, fics, sidestories, anime, ovas: TODO—,  encontrando poco a poco el estilo de lectura que más me gustaba, y ubicando a mis favoritos. 

Todos los que estáis aquí, ya sabéis que Saga es el niño de mis ojos. Kanon y Aioros le siguen de cerca. Aioria y Milo tienen un hueco importante en mi corazón… y con los años, Máscara Mortal y yo hicimos las paces como representante de mi signo zodiacal que es, hasta el punto de que me resulta fabuloso escribir de él. 

Como contraparte, Shaka, al que no tolero y con el que nunca conecté. 

Siempre me ha gustado pensar en ellos como una extraña familia que antaño fue unida, y que el destino rompió hasta tornar trágica y disfuncional.

Prefiero la versión de un Saga poseído por Ares —sea canon o no—, porque me resulta increíblemente interesante y abre muchísimas posibilidades creativas. 

Me encanta explorar la parte emocional y psicológica de los personajes, siendo el drama el género que mejor se me da, por eso mis personajes favoritos siempre serán los que tienen luz tras la aparente oscuridad.

Gracias a Saint Seiya descubrí mi pasión por la mitología griega, la novela histórica helénica, y el mundo del manga en general. 

No soy una otaku empedernida, pero puedo decir que anime o manga que empiezo, se torna en una nueva pasión.